domingo, 13 de febrero de 2011

DOCTOR, NO ME ECHA LAS GOMAS...


Imagen tomada de:(1)
Doctor, tengo bronquitis, no dejo de toser, me eche las gomas. Tras el interrogatorio básico, el médico me dijo –para que quieres que te ausculte-, es que así me voy más tranquila….esta frase se escuha a diario en la práctica habitual. 

Hoy sería casi imposible de evocar la imagen del médico en su consulta sin el fonendoscopio –“las gomas”- colgadas al cuello, identificando así la figura del galeno, como, casi seguro, no lo hace ningún otro artilugio médico.

En los tiempos más remotos pocos métodos exploratorios existían, la labor era prácticamente el interrogatorio del enfermo que relataba sus dolencias, llegando a lo que hoy se llama anamnesis, que era y sigue siendo la base del diagnóstico a lo que hay que añadir la inspección, la palpación y posteriormente la percusión y de ahí con tan pocos medios poder llegar a un diagnóstico. -Este médico tiene ojo clínico-, frase oída con frecuencia.

Vista la importancia que podían tener los ruidos del interior orgánico, se empezó a poner la oreja en el tórax y abdomen, pero no dejaba de ser una técnica que podía sobrepasar los límites de la intimidad por un lado y, por otro tener que soportar ciertas fragancias…y tuvo que llegar el Dr. René Théophile Hyacinthe Laennec ( 1781-1826) quién descubre el fonendoscopio y con ello contribuir a la auscultación y así sustituir la técnica de escucha auricular (oreja).

He encontrado varias historias sobre la invención de este instrumento, fonendoscopio, que deriva del griego phone (voz, sonido; endon, dentro y skopein, observar. Cuentan que el Dr. Laennec fue a visitar a una enferma a su domicilio que tenía dolencias cardiocirculatorias, pero al estar presente su esposo y la madre, la paciente renunció a la ausculación y el médico notando cierto grado de desasosiego, tomo un cuaderno de notas de su maletín y lo enrolló en forma de tubo aplicándolo al tórax de la referida enferma, observando, como nunca lo había hecho en anteriores ocasiones, los sonidos con gran claridad.

Con esa experiencia, le surge la idea de fabricar un instrumento de madera en forma de huso, (ver imagen) que lo llamó estetoscopio, a pesar de haber sido denominado con otros nombres como “corneta acústica”, “sonómetro”, “pectorilogio”, etc. Laennec seguía pensando en la idea auscultatoria y viendo a unos niños jugando en un jardín observó que al aplicar una oreja al extremo de una viga y rascando en el otro extremo con un alfiler, se escuchaba un ruido en el otro extremo con total nitidez; naciendo así, unos años más tarde, el método de auscultación.

Fuente:

1.-Rodríguez Cabezas, A, Rodríguez Idígoras MªI.: “Historia ilustrada de la medicina”.Ed Algazara.Málaga 1996. Pp 88-91.

2.- http://nabalom.blogspot.com/2007/01/el-fonendoscopio-y-la-auscultacin.html