miércoles, 27 de mayo de 2015

COMTEMPLAR TANTA BELLEZA PUEDE ENFERMAR

Un conocido me contaba que un grupo de estudiantes visitaban el Museo del Prado  y de pronto uno de ellos se desmayó teniendo que ser atendido por los servicios médicos. Puede que padeciera, ya que en otras ocasiones también le había ocurrió, el Síndrome de Stendhal. 

ISTOCK/THINKSTOCK
Stendhal, cuyo nombre verdadero era Henri Beyle, en su libro de viajes*, narra su experiencia al contemplar la cúpula de Santa María de Fiore de Florencia, notó que no se encontraba capaz de razonar,  ansiedad, angustia, palpitaciones, sudoración, vértigo, taquicardia, alucinaciones, hipotensión, es decir un síndrome vegetativo evidente.

Stendhal fue el primero en describir de una forma detallada esta sintomatología al contemplar muchas obras de arte por lo que fue denominado Síndrome de Stendhal, también conocido como Síndrome de Florencia o Síndrome del viajero. Es ya en la década años 70 cuando la psiquiatra Graciela Magherini lo definió definitivamente como síndrome tras estudiar multitud de casos en turistas que visitaban Florencia y contemplaban múltiples cuadros.

En ocasiones se experimentan ciertas sensaciones ante ciertos estímulos desencadenantes que pueden estar relacionadas con una gran sensibilidad a los mismos, como contemplar un paisaje exótico, mirar  obras de arte, escuchar buena música, etc. Cuántas ocasiones nos habrán provocado la típica  "carne de gallina" o ponerte "el pelo de punta" al ver una película o escuchar esa canción con la que te enamoraste.

Parece que el S. de Stendhal está admitido por la comunidad científica pero no exento de polémicas ya que puede haber intereses económicos y comerciales para atraer a mayor turismo, sobre todo en Florencia, y por otro lado también puede influir el cansancio y cierta predisposición a llegar a un profundo estado de sugestión ya descrito por el propio Stendhal.

Lo que no cabe duda es que cada persona habrá sentido en muchas ocasiones diferentes tipos de reacciones dependiendo de su sensibilidad y/o su forma de ver el entorno.


* "Los recuerdos se agolpaban en mi corazón, no me sentía en condiciones de razonar y me abandonaba a la locura, como cuando se está al lado de la mujer que se ama"

Espero que esta obra, Lágrima (F. Tárrega), interpretada por el guitarrista Eduardo Inestal, os provoque un síndomre algo parecido, eso sí, sin llegar a desmayar.

Carmen Inestal