domingo, 20 de febrero de 2022

OJO SECO


 

A medida que se envejeciendo el organismo va disminuyendo la producción de lágrimas. Entre las causas más comunes que contribuyen a esa disminución del lubricante esencial que son las lágrimas están la menopausia ( por ello se da con más frecuencia en mujeres ), inflamación palpebral en ocasiones por blefaritis seborréica, ambientes secos (calefacción ), humo, ambientes cargados, enfermedades endocrinas (enfermerdades del tiroides, entre otras ), el abuso de pantallas ( ordenadores en el trabajo, abuso de móviles ), microtraumatismos como la cirugía ocular , lentes de contacto y otras menos frecuentes pero más molestas como es el Síndrome de Sjögren.

Por tanto, es imprescindible que el ojo esté bien lubricado ya que es la lágrima la que ofrece esa función lubricante formando una película para favorecer la visión; esa película está compuestas por varias capas de mucosidad, agua y grasa provocando la disminución de la fricción que provoca sensación de visión borrosa, picor, escozor, sensación de arenilla, lagrimeo, ojo rojo, etc.

Para aliviar esa sintomatología provocada por la falta de esta película imprescindible para la lubricación, desde hace tiempo, están a disposición para el tratamiento las lágrimas artificiales cuya composición es muy parecida a la lágrima natural dando bastante buen resultado; pero como siempre es necesario haber sido diagnosticado de forma correcta de ojo seco ya que puede haber otras patologías con clínica parecida y ser tratado de forma insuficiente, por ello sería conveniente se confirme por un médico.