Parece que hacer el "Camino de Santiago" se está poniendo de moda. Durante toda la Edad Media fue una ruta concurrida que posteriormente fue en declive y en la actualidad ha vuelto a resurgir, pero como todo en la vida tiene sus pros y sus contras. El Dr. Jesús de la Gándara (Médico-Psiquiatra) y humanista que ha estudiado a miles de peregrinos que realizaban esta ruta, llegó a la conclusión de que un porcentaje de estos peregrinos llegaban a padecer ansiedad y en ocasiones brotes psicóticos agudos que podían necesitar hospitalización. Estos males de los peregrinos tienen una tradición que data de la Edad Media, de ahí que existieran centros para atender a estos viajeros de a pie, los cuales viajaban para curar sus enfermedades y paradójicamente algunos terminaban enfermando de otras. Esos senderos y caminos que llevan a Santiago de Compostela han sido pisados por variopintos personajes como juglares, aventureros, bandidos, vagabundos, condenados, y por supuesto los peregrinos de buena fe.
No, ahora peregrinan por placer, van bien equipados con grandes medios de apoyo y avituallamiento como si de una excursión de placer se tratara en la mayoría de los casos y en otros para cumplir alguna promesa. Realizan etapas cortas, generalmente de una o dos semanas, o como mucho algún mes, lo hacen para disfrute y algunos en busca de nuevas experiencias. Esta moda de peregrinaje cuenta con todo tipo de ayudas, camino bien indicado, posadas, hoteles, centros sanitarios, es decir de una forma u otra están protegidos al tiempo que contribuyen a sostener la economía de los pueblos por los que pasan. El peregrino de antes necesitaba de todo tipo de ayuda, incluso existían normas y leyes para protegerles, a esos es a los, que pienso yo, hace referencia el "Síndrome del Camino de Santiago".
El prototipo de peregrino de antes o eterno viajero, buscaba nuevas oportunidades con la consiguiente ansiedad que la incertidumbre le provocaba y esa ansiedad es la que probablemente, junto a sus creencias de tipo místico e incluso mitológico le llevaban a la "meca del peregrino", Santiago de Compostela. La gran astenia que el recorrido le causaba así como el sufrimiento de los pies, el insomnio, la inclemencias del tiempo y el contraste brusco del arte y la belleza que en el camino encontraban, a lo que añadidos los probables antecedentes psiquiátricos, parece ser el origen de los brotes psicóticos (delirios, alucinaciones, paranoias...). El propio Gándara habla del Camino como "manicomio ambulante".
- Achotegui Loizate, J. "Síndrome del Camino de Santiago". El Viaje como experiencia transformadora. Una visión desde la Salud Mental. Pag 53-54. Grupo 2 Comunicación Médica SL. Madrid 2014. Alter.