Si digo que el vino es bueno algunos se lo tomarán en serio y probablemente abusarán de este nectar exquisito abocándolos a la enfermedad, pero tomado moderadamente puede preservar la salud.
Existe evidencia científica sobre las bondades del vino en cuanto a prevención de ciertas enfermedades cardiovasculares si se toma con moderación. Al parecer es debido a ciertos compuestos fenólicos y vitamina C que actuan sobre el colesterol LDL y sobre los triglicéridos así como en los ácidos biliares.
La cuestión surge en el cuánto, el cómo y dónde tomarlo. Dicen -los entendidos- que se debe tomar con buena compañía ("El vino con el amigo"), a la temperatura adecuda y en recipiente adecuado ("Bebe el vino en vidrio; y si el vino es gneroso, en cristal precioso") y sobre todo con moderación (*)("Beber es todo medida: darle alegría al corazón y sin perder la razón, darle razón a la vida")
Por último, mencionar un verso de Narciso Díaz Escovar, plasmado por A. Rodriguez Cabezas y col, en su interesante libro "Lo que nunca pregunté a mi médico",
" Una moza, una guitarra/
y un chato de moscatel/
hicieron en media hora/
un andaluz de un inglés".
(*) Recomiendo la lectura del capítulo 13 de Valentín Fuster ,"Alcohol. Elogio de la moderación " de su libro, titulado "La ciencia de la salud", dice este autor, " si alguien no suele tomar alchohol, lo mejor es que siga igual y si alguien toma una o dos copas al día, lo mejor también es que siga igual".