Raro es el día que no tengamos algún paciente en consulta porque no duerme bien o para renovar un tratamiento de insomnio. Es frecuente oir : Doctor "Anoche no pegué ojo", " hoy estoy que no me tengo", "no duermo nada y estoy irritado", "no puedo concentrarme"... La idea de hacer alguna alusión al insomnio es , porque una paciente me asegura que no duerme nunca nada, nada, nada y, por más que le explico que eso es imposible no puedo convencerla, es evidente que su sueño es superficial, no reparador.
El insomnio, un mal de nuestro tiempo, uno de los trastornos más comunes de la población adulta y ahora en los adolescentes que puede llevar a una depresión y a deteriorar la actividad laboral y social de una forma importante. Una de las caraceterísticas de este trastorno es que no es igual para todos, para unos dormir bien son siete ocho horas, para otros con cinco son sufientes y en casos extremos otros necesitan doce horas, por ello es preciso aclarar qué es el insomnio ya que no depende siempre en el número de horas.
Este tema está estudiado en profundidad en cualquier tratado de neurología o psiquiatría. Existen muchas definiciones de insomnio, pero podriamos sinterizar diciendo que, es la incapacidad o dificultad de mantener el sueño durante el tiempo determinado para poder recuperar el Sistema Nervioso Central. Toda falta de conciliación o de mantenimiento del mismo se denomina insomnio. Según el tiempo que permanezca el insomnio, podemos clasificarlo en crónico o de larga duración (semanas o meses), transitorio (unos cuantos días) o intermedio de una a varias semanas.
Son múltiples los factores que nos pueden llevar a padecer insomnio, los de siempre ( la edad, sustancias excitantes como café, tabaco y alcohol, ruidos y ambientes poco favorables pasando por enfermedades de la esfera ORL, enfermedades crónicas, medicamentos, estrés, terrores nocturnos, etc.) y los de ahora que va en aumento como la tensa situación laboral (paro) provocada por la crísis y los problemas de los cuidadores de enfermos dependientes, entre otros.
Es fundamental acudir a consulta para intentar diagnosticar y posteriormente prevenir o tratar la causa de insomnio. Es fundamental tambén adquirir buenos hábitos ( hacer ejercício físico diario, dormitorio confortable, temperatura adecuada, no dormir siesta larga, evitar ingesta de excitantes, colchones adecuados... contar ovejas). Si las medidas anteriores no son suficientes para reparar el trastorno, quizá sea necesario pautar un tratamiento farmacológico con hipnóticos o tranquilizantes, que solo tu Médico debe recomendar ya que usados incorrectamente pueden crear gran adicción y somnolencia diurna y por tanto disminución de reflejos así como insomnio de efecto rebote.
Músicos, pintores y literatos siempre tuvieron presente el insomnio, os dejo un ejemplo con un poema de Dámaso Alonso:
"...A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,..."
"...¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?".
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,..."
"...¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?".
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